"¿Volveremos a encontrarnos de nuevo algún día soleado?"
Desenmascarar el "yo" quirúrgicamente
Hablar de Peter Sellers ha hecho en mi una sensación más o menos cercana al desasosiego, como muchas de las cosas que me gustan y de los autores que me agradan, ello ya han pasado a buena vida o a la muerte, para ser francos, Peter Sellers fue una sensación mía al principio de desprecio, yo, que tanto hacia amado las caricaturas de mi infancia, había visto la versión del 1975 de "La pantera Rosa" Protagonizada por el mismo Sellers, a la cual no me había acostumbrado para nada, después de todo, resulta bastante irónico que no haya una pantera literalmente de color rosa y que el humor de Sellers, yo no era capaz de entenderlo.
Por eso, en una primera instancia mi apreciación por ese actor fue de una manera muy poco sesgada, yo por lo menos no sentía esa necesidad del humor físico, después de todo, casi universalmente se le reconoce eso a Chaplin y Keaton, para mí el humor en el cine que me llamaba la atención era esa locuacidad del uso de las palabras más que de las situaciones, como las películas de los hermanos Marx, o las películas de Woody Allen. Sin embargo, la segunda oportunidad que le di a Peter Sellers, fue la película de "La fiesta" o "El Guateque" como se le conoce en España. Esa película fue un reencuentro conmigo mismo, me hizo entender los matices de lo que ya había creído entender con las películas de Keaton, Lloyd o el mismo Chaplin, además de que no siempre se necesitaba a un protagonista que sea el gracioso porque si, Peter Sellers no utiliza un campo neurótico en sus actuaciones como las de Alvy Singer o Sandy Bates, tampoco un personaje desde el infortunio para una mejoría y critica, como Charlotte, pero esa fusión entre esas cuestiones lo hizo muy bien para un matiz que aun hoy en día se sigue haciendo, toda esa perplejidad del campo actoral como humorista lo hicieron personajes como Jerry Lewis o el mismo Jim Carrey.
Pero sin duda, esa reinventada imagen que tenía yo de Peter Sellers cambió con "Dr. Strangelove" película que además hizo Kubrick. Una critica social a forma de burla de lo que se denominó la guerra fría, en esa película Sellers hace de tres personajes, cada uno con un matiz diferente y sin duda es el último, personaje alemán que se roba todo el show.
Hasta acá es prudente contar, pero esperen a Peter Sellers caracterizado en tres roles distintos con tres acentos diferentes; a un maquiavélico científico alemán expatriado; a un avión B-52 cuyo equipo de comunicaciones ha sido averiado, ah; y no olviden a Vera Lynn cantando We'll Meet Again.
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Entonces, retomando mi ideas preponderantes de lo que es el cine y de lo que es el humor, Peter Sellers me hizo entender varias cuestiones, su vida aparte, entender por ejemplo que la risa es sumamente subjetiva, porque no hay quienes dicen que sus películas no dan risa, que las últimas entregas de la Pantera Rosa ya no son lo mismo, que sus grandes problemas personales que tuvo en su vida han hecho de él una situación más o menos de personaje un poco problemático, después de todo fue un cómico, que entendió bien el hecho de hacer comedia en una película de comedia para un final serio y triste y realmente muy preocupante. Sin Peter Sellers no hubiera tenido una de las carcajadas más estrambóticas de mi vida, sin él no hubiera podido reírme de una película en donde el problema de fondo son las personas que están muriendo, o la crítica a la pederastia de una sociedad conservadora, el humor inglés sobre las personas emigrantes, incluso de el mismo haciendo una sórdida critica a sus origines. Sin él, no hubiera podido abrirme paso al cine de Woody Allen, o el humor de Wes Anderson. Y no solo eso, fue quien trabajó para un papel serio en una película sobre el famoso libro de Nabokov "Lolita"
Recordar a Peter Sellers es una manera de recordarme a mi metiéndome en el cine de antes, con esos cineastas que no mueren, que son inmortales como el mismo Victorio de Sicca, Stanley Kubrick, John Houston o Blake Edwards., recordarlo un día como hoy resulta también frustrante, después de todo fue para mí como un primer descubrimiento de lo que es en realidad el ser un actor camaleónico, sin saber nada de su vida. Tantas cosas que se han dicho de él que parecen que son manías inventadas para desmentir el mito propio, la leyenda que se armó después de que él supiera como realmente hacer cine.
Sin duda recordar también que Peter Sellers se haya casado con una actriz sueca y modelo, de donde se devienen todas las acritudes negativas que se tiene sobre él, sobrevivir a 13 ataques cardíacos no es poca cosa, y recordar que trató de hacer abortar a su esposa de una niña es cosa seria también, sus acercamientos con las drogas, sus limitaciones de creatividad con los directores y actores de muchas de sus películas. Yo no puedo decir nada nuevo de la persona que fue Sellers, pero puedo entender todo el trasfondo contextual que tuvo en esos años, no salir a la defensiva de uno de mis más grandes ídolos es algo que no puedo ignorar, porque si algo tiene una persona para recordar son los buenos momentos, y si alguien tiene un bien momento mirando una película como cualquiera que haya hecho Peter Sellers ya es un gol de media cancha, ya es un avance las situaciones límites de una vida que uno siente que se le escapaban de las manos cuando se llegan a las crisis de los años 20.
Sellers nunca ganó un Oscar, se lo merecía, al menos una vez sin duda, y en vida fueron sus días finales los infiernos que conocen varios actores que se decían a la comedia, y en sus días había tenido y comido de esa fama que se había ganado, y en sus antecedentes las malas cosas que había hecho, nada de esto tiene importancia ahora, porque cuando uno lo recuerda lo recuerda apenas por sus películas, algunos lo conocen por sus excentricidades de sus películas con Blake Edwards, y es poco reconocido fuera del campo del cine pasado o dentro del campo del humor como historia interesante. Pero Peter Sellers fue mucho más.
Sellers Murió triste, en soledad y en manía depresiva que venía arrastrando dese hace bastante tiempo, ese fue su final, casi como en "La Fiesta" en donde todo mojado se pierde en las carreteras con un auto demasiado pequeño, despidiéndose de la chica linda y bonita con la mano arriba, con una sonrisa, como acabamos todos nosotros que lo hemos visto en sus mejores días, así debió acabar también él, pero la vida es injusta y el tiempo lo fue también con él. El mismo Sellers decía Soy un fantasma. Alguien irreal. Hasta que me hago de carne y hueso en la gran pantalla. Parece que aún sigue, en esa pantalla.
-Dany Chirme-