Voltear la Mirada a Espinar

01.08.2020


Yo nací en espinar, soy de ellos como son de allá, es mi lugar de nacimiento y mi pueblo, que se han visto tan afectados por tantas cosas en sus historias, las indiferencias de sus gobiernos como la indiferencias de sus cercanos, hasta ahora, la historia más reconocida es de algo que poco o nada se ha escrito, el 31 de mayo de 1990, porque si una Mina viene haciéndote tanto daño, por tantos años, parece que el estudio más adecuado debería ser de una tesis sobre el impacto minero de unas cien y tantas páginas y solamente eso.

Yo estuve ahí cuando por obra de gracia de la mina algunos alcaldes venían con dinero a remodelar salones a colegios de pueblitos, yo estuve ahí cuando caballeros con cascos y chalecos venían con sus impresoras para donar a los profesores, miré de cerca el  maltratamiento de esos ríos que ya nadie frecuenta, vi de cerca los accidentes que le sucedieron a uno que otro alcalde provincial, estuve presente en la reconstrucción de la plaza de armas que se va cayendo de a poco, divisé también lo duro lo que es terminar una secundaria con un futuro incierto en esos lugares, atestigüé los estragos de los 31 de mayos en el 2013, esos momentos que han malamente forjado la identidad del pueblo que valientemente se niega a caer.

Espinar ahora resulta ser el primer problema real que tiene con una población, que involucre una mina, que tiene el gobierno en esta pandemia, y dejando de lado los calificativos al presidente, se le ha agravado mucho la situación con esta gente. Por lo menos yo, no voy a caer en la tentación de banalizar las cosas, esa duda del bien contra el mal, porque yo he visto como las peleas de las personas se han avivado en todo el tiempo, he visto como la misma gente de ahí se tiene desprecio con cierto tipos de personas que sigue siendo los suyos, he visto como estas mismas personas reclaman en contra de la contaminación quemando llantas y ennegreciendo el cielo a viva voz.

Lo que está pasando ahora va mucho más allá de la benevolencia y sumisión de un pueblo contra la maldad e imposición de una mina, ya desde 1990 cuando hubo la huelga del 31 de mayo se sabía de los problemas que se tiene al estar tan cerca de una mina, porque en esas fechas si agarraban a los líderes y los hacían caminar por calles totalmente descalzos, o quien sabe, las historias con respecto a esa fechas son muy inciertas, y bastante interesantes para un pueblo que muy en el fondo lo es, aunque no pareciera. Mientras que hoy se desquitan con los trabajadores que son del mismo Espinar y que no les quedó otra que trabajar ahí.

Porque resulta fácil afirmar lo que dijo el Premier Catenario, el de exhortar a la autoridades de que por favor no vayan por acudir a los "desórdenes sociales", lo de las huelgas es algo que repele a los políticos, a los ministros y congresistas, lo de las huelgas que han sido desde siempre su única salida, sin una huelga no se les hubiera escuchado en 2013, no se les hubiera escuchado en 1990 (aunque es poco pero es) y ahora que lo hacen de nuevo como única herramienta para que los medios volteen le siguen diciendo que lo mejor es "Dialogar" la palabra que siempre se utiliza y que nunca se cumple, porque para ellos "dialogar" significa imponer una nueva manera de disfrazar sus mismos planes económicos, para ellos "Dialogar" es que tú me aceptes lo que te estoy proponiendo en mesa porque mas no puedo hacer y mas no te voy a dar.

En el semanario de Hildebrandt en sus trece del 31 de julio sale una columna de José de Echave:

Se ha dicho que la población de Espinar quiere aprovecharse de la empresa y busca beneficiarse con un aporte sin hacer nada. Lo primero que hay que contarles a los que con mucha ligereza hacen este tipo de afirmaciones es que el convenio marco ya tiene 17 años de vigencia y en todo este tiempo en ningún momento se había planteado un pedido de esta naturaleza. Siempre se entendió en Espinar que los fondos del convenio estaban destinados para respaldar "proyectos de desarrollo" para toda la provincia. Por lo tanto, desde nuestro particular punto de vista está claro el carácter extraordinario del pedido en un contexto de emergencia nacional como el que vivimos.

SEMANARIO HILDEBRANDT EN SUS TRECE

Lamentablemente el tiempo ha sido injusto con Espinar, desde que llegó la Mina hace unos 35 años, está más que claro que el pueblo es el que más ha perdido, muy a su merced de los mejoramientos de los colegios públicos, o el de dar algunos puestos de trabajo a los pobladores o pobladoras, el de un mísero 3% de todo lo que genere la mina y su entrega a los "proyectos de desarrollo", La mina no ha hecho las cosas bien y el gobierno no ha estado ayudando mucho que digamos, como era de esperarse vamos, no es novedad para ninguno que haya vivido cerca de una mina. 

Una de las cosas que más recuerdo de Espinar, es un pequeño pueblito cerca de la mina Tintaya, una carretera que antes se tomaba cuando se regresaba de la ciudad de Arequipa, ahí, en medio de un pequeño montón de tierra hay un recordatorio mal pintado y mal cuidado del 31 de mayo de, advirtiendo que eso no se olvida, como olvidado está ese recordatorio, cuando uno pasaba de ver eso a ver el pueblo en cuestión, uno sentía esa necesidad de gritarse el "Por qué", ya que se ha convertido en un zona que parece tener los estragos de una inexistente guerra, la indiferencia de toda una vida del gobierno, de gente que ya no está, y aunque quisiera no podrían, eso es lo que ha hecho la mina con ese pueblo. Mientras tanto ahora ellos dicen que no pueden darles el bono a los pobladores porque "tienen otros planes", tendrían que ponerse a preguntar cuáles son los planes de la gente de espinar, quizá tan solo está buscando no morirse en esta pandemia. Ojalá que salgamos de todo esto, solamente para agradecerle años de nada al gobierno y seguir adelante. 

-Dany Chirme-

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